Tal cual indicaba el cronograma, estas semanas para el Programa serían introductorias donde se presenta a la Fundación y se explica el funcionamiento anual de Familia Educadora.

La suspensión de las actividades presenciales no frenó el desarrollo del Programa y se propuso la realización de dos desafíos, uno por semana, para que las mujeres realicen, desde sus hogares, con la familia y compartan luego con las coordinadoras y sus compañeras a través de WhatsApp.

El primer desafío constaba de armar una rutina saludable en familia, marcar las reglas higiénicas y actividades a realizar en este contexto. El objetivo es acompañarlas e incentivarlas en la distribución de tareas, acorde a las edades, para así aportar a la convivencia familiar en estos días de cuarentena. A partir de la información obtenida, la Fundación está al tanto, también, de las necesidades reales de las familias que son parte y, de este modo, acercar propuestas que den respuestas a las mismas.

En el segundo desafío acompañamos la generación de protocolos de cuidado para las familias que deben salir a trabajar y así proteger a todos sus participantes. Desde el Programa se acerca continuamente información oficial acerca de la higienización y los recaudos indicados por las autoridades. Además, se envían actividades propuestas para distintas edades y así alentar a los chicos a quedarse en casa.

Sandra Lucero, participante de Familia Educadora y Oficios, nos cuenta acerca de sus primeros días en cuarentena:  “En este tiempo reflexionamos sobre lo que está pasando, para no alarmarse y tener cuidado. Es una oportunidad para bajar un poquito y ver las cosas que, a veces, olvidamos de nuestro hogar. No es solamente un lugar donde vivimos todos juntos, sino que se puede darle un toque especial. Abrir ese espacio para hacer un dibujo, para pintar, para estar más tranquilos, poniéndole cariño a lo que es estar en el hogar. A veces, con la vorágine de todos los días y la rutina, una se olvida que la casa es ese lugar donde estamos contenidos. En este tiempo de cuarentena le di más importancia a las plantas, le di un toque de pintura a una pared, el poder hacer un cuadrito, un almohadón, son pequeñas cositas, detalles. Esto nos ayuda a estar más unidos como familia y con la comunidad, entender que entre todos nos cuidamos y nos ayudamos.