No importa, hay que jugar. Sin Juan, con Poli de punta y Poletto ocupando el lugar en el mediocampo. El primer tiempo deja mucho que desear. Un juego muy poco vistoso. Tan solo una jugada aislada surgida de un lateral que deriva en 1-0 de CUBA, y un penal que nuestro capitán no logra convertir. 

 

 

La gran cantidad de público presente espera ver algo mejor y el segundo tiempo hace valer el precio de la entrada. Manolo descarga con Poli y pica al espacio por la banda izquierda; poli aguanta y aprieta el triángulo como en la play; allí el volante tapón del local mete un zurdazo al primer palo anticipándose a la salida del arquero, 2-0. Este gol no solo destraba el partido, sino que genera una sonrisa distinta en el público, ya que el 5 no lo tiene acostumbrado a esa clase de definiciones. El autor del gol rápidamente busca al árbitro para mostrarle su número y asegurarse que no le den el gol a otro. Es sabido que Gilles, jugador cubano que no suele marcar, se acerca al autor del gol en el festejo con la intención de generar confusión en el árbitro y figurar en la página. Al rato el arquero rival comete una infracción similar a la del primer penal y se va expulsado. El goleador Canale cambia por gol y llega así a su segundo tanto en el partido y el séptimo en el torneo. Para terminar de cerrar una gran jornada, Poletto coloca un pase en profundidad para Poli que éste cambia por gol, 4-0. Los últimos minutos son a puro toque y el rival pide la hora. Suena el silbato y la gente aplaude 40 minutos que en nada se parecieron con los anteriores.

 

 

La tarde hubiese sido perfecta de no ser por la expulsión del Cana por doble amarilla. Sin embargo, con el ingreso de Ignacio Vassallo el equipo no sentiría la ausencia y seguiría con su ofensividad. Luego de un trago amargo el equipo dió muestras de personalidad y aún mas importante, algo de fútbol. Sigue vivo. 

 

 

Próxima fecha: sábado 2 de junio - Ayres vs CUBA