Sedes Cardio Protegidas

Todas las sedes del Club cuentan con Desfibriladores Externos Automáticos (DEA) y personal no médico capacitado en Reanimación Cardio Pulmonar (RCP) y manejo de los Desfibriladores para que una persona que sufra un paro cardio respiratorio tenga acceso a una desfibrilación rápida, lo que es determinante para su supervivencia.

El Paro Cardio Respiratorio (PCR) es un problema sanitario de primera magnitud a nivel mundial, y en coherencia con su política de prevenir riesgos, nuestro Club decidió profundizar en el tema, tratando de dar respuesta a una emergencia cardíaca efectiva, instalando en TODAS SUS SEDES Desfibriladores Externos Automáticos (DEA), distribuyéndolos estratégicamente en lugares visibles y comunes, y capacitando continuamente a su personal no médico en Reanimación Cardio Pulmonar (RCP) y en el manejo de los Desfibriladores de última generación para que una persona en PCR tenga acceso a la desfibrilación rápida, y por ende a una mayor probabilidad de sobrevida.  De este modo el Club se asegura que, a tan sólo 30 segundos del lugar donde se encuentre cualquier persona dentro de alguno de los establecimientos mencionados, habrá siempre un grupo de personas capacitadas y con el equipamiento necesario para prevenir una eventual muerte súbita cardíaca. 

 

La capacitación al personal no médico, ya sean empleados o socios es indispensable para el óptimo funcionamiento del sistema de rescate, en el personal, esta capacitación  se realiza sistemáticamente en todas las sedes al menos una vez al año, y se basa en 4 puntos principales:

1.     Reconocimiento de la víctima en PCR.

2.     Activación del sistema de Emergencias Médicas.

3.    Comienzo inmediato de la Reanimación Cardiopulmonar básica (RCP).

4.    Desfibrilación eléctrica precoz.

Según estadísticas recientes a nivel mundial, se considera que ocurren de 300.000 a 400.000 muertes repentinas cardíacas anuales de personas de todas las edades en los EE.UU. (tasa de mortalidad en torno a 1-2 por 1.000 habitantes/año) y 150.000 en el oeste de Europa. Esta grave patología, representa alrededor del 12% de todas las muertes naturales y es responsable de alrededor del 50% de todas las muertes de origen cardiovascular en los países desarrollados.

 
El PCR evita que se lleve a cabo la acción de bombeo del corazón, impidiendo que éste transporte sangre y oxígeno al resto de los órganos del cuerpo, los cuales son elementos fundamentales para la vida. Asimismo arritmias como la Fibrilación Ventricular (FV) pueden desencadenar falla en la conducción eléctrica del corazón, lo que también puede llevar al PCR. Estas “fallas cardíacas”, una vez instaladas, solo puede ser revertida con el uso de equipos que generan una descarga eléctrica, llamados desfibriladores.

 
Importancia del DEA en el PCR y  la FV

El período de tiempo que transcurre entre el inicio de esta arritmia y la desfibrilación es el principal determinante de la supervivencia del paciente. Diversos estudios han demostrado que, por cada minuto de retraso en aplicar la desfibrilación, disminuyen entre un 7 y un 10% las posibilidades de supervivencia. Así, por ejemplo, si una persona es desfibrilada o cardiovertida entre 1 a 2 minutos desde el inicio de la FV, la super-vivencia es de aproximadamente un 80%. Sin embargo, la tasa de supervivencia disminuye rápidamente a un 25% si la desfibrilación se lleva a cabo después de 5 minutos.
Otro aspecto a considerar, además de la mayor posibilidad de sobrevivir, es que la desfibrilación precoz consigue salvar una mayor cantidad de músculo cardíaco y consigue lograr también una mejor recuperación neurológica, disminuyendo las secuelas que pueda dejar el suceso.

 

OBLIGATORIEDAD DEL USO DE DEA’S PARA LUGARES DE CONCURRENCIA MASIVA EN CAPITAL FEDERAL

 En diciembre de 2011, la Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires sancionó la Ley 4.077, por la cual se instituye como obligatorio el uso de Desfibriladores Externos Automáticos (DEA) en los lugares públicos y privados de concurrencia masiva o de alto riesgo en el ámbito de Capital Federal.

 
La obligatoriedad implica tanto la adquisición, puesta en funcionamiento y mantenimiento para la correcta utilización de los Desfibriladores, como el hecho de contar, en todo momento de actividad o permanencia de personas, con personal capacitado técnicamente para el uso de DEA, así como también la promoción del entrenamiento y capacitación en técnicas de resucitación cardiopulmonar (RCP) básica, de conformidad con la Ley 3665.

 

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